sábado, 10 de enero de 2009

INTRODUCCIÓN


La Segunda carta a Timoteo (2 Ti.) se presenta casi como el testamento del apóstol, ya próximo a su muerte (2 Ti. 4:6). En ella se repiten algunas de las instrucciones dadas en la primera carta y se añaden algunas nuevas.

En la introducción, después de un breve saludo (1:1-2), hay una acción de gracias a Dios por la fe de Timoteo y el cariño que ha mostrado hacia Pablo (1:1-5).

La parte central de la carta comprende, ante todo, una exhortación a no avergonzarse del evangelio, de ese evangelio al cual Pablo ha entregado su vida. Timoteo también debe estar dispuesto a sufrir con valor "como un buen soldado de Cristo Jesús" (1:6-2:13).

En seguida vienen algunas exhortaciones sobre la actitud que Timoteo debe asumir frente a los que enseñan doctrina erróneas. Se le recuerda que esos errores son característicos de una época de crisis, y se le dan nuevas recomendaciones referentes a sus deberes pastorales. Finalmente, hay algunas instrucciones y noticias de carácter personal (2:14-4:18).

La carta termina con una breve despedida (4:19-22).

En la perspectiva en que está escrita la carta (cf. 4:6), este sería el último de los escritos de Pablo.